Con el calendario electoral ya en marcha, la Quinta Sección Electoral se convierte en uno de los epicentros de mayor tensión política en la provincia de Buenos Aires. Este año, se renuevan cinco bancas clave en el Senado bonaerense, y los intendentes de los 27 distritos que integran la sección afinan estrategias, cierran filas y negocian cada centímetro de poder territorial.
Los movimientos comienzan a acelerarse y las alianzas, internas y externas, empiezan a marcar el pulso de una contienda donde lo que está en juego no es solo representación legislativa, sino peso político real en el tablero provincial.
Las distintas fuerzas ya se posicionan: por un lado, el oficialismo busca conservar su presencia en la cámara alta; por otro, la oposición intenta aprovechar fisuras y avanzar sobre un terreno históricamente competitivo. En este contexto, las figuras locales ganan protagonismo, y las decisiones que se tomen en los próximos meses podrían definir no solo el equilibrio del Senado bonaerense, sino también la proyección de liderazgos a nivel regional.
El pulso político se siente fuerte en distritos como Mar del Plata, Tandil, Dolores, Necochea y Villa Gesell, donde las tensiones entre referentes locales, la presión de las estructuras partidarias y las estrategias de armado electoral están al rojo vivo. Todo esto se da mientras crecen las especulaciones sobre las posibles candidaturas y acuerdos que reconfigurarán el mapa bonaerense de cara al futuro.
📌 Una disputa que trasciende lo legislativo y que podría ser determinante en el nuevo equilibrio de poder de la provincia más influyente del país.
